Manuel Sánchez Luna, presidente de la Seneo.
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Todo ha cambiado respecto a infecciones respiratorias a raíz de la pandemia del COVID-19. La alteración del comportamiento epidémico de otros virus, la transformación de la concepción de las enfermedades respiratorias por parte de la sociedad y el surgimiento de innovaciones terapéuticas frente a las infecciones víricas nos ha llevado a una situación inédita respecto al virus respiratorio sincitial (VRS).
Aunque hemos oído hablar durante mucho tiempo de los cuadros clínicos de infección respiratoria originados por la enfermedad de la COVID-19, en realidad, el VRS es la principal causa de bronquiolitis en España. De hecho, ocupa uno de los principales puestos en cuanto a infecciones respiratorias que mayor carga hospitalaria ejerce en nuestro sistema sanitario durante el invierno. Cada año, el VRS retorna para incrementar drásticamente el número de consultas en atención primaria y originar entre 7.000 y 14.000 hospitalizaciones de menores de un año. El resultado es que los servicios sanitarios terminan padeciendo una saturación en la atención pediátrica debido al elevado número de casos.
"Ante el nuevo contexto de incertidumbre en cuanto a la circulación del virus, el análisis y seguimiento del comportamiento del VRS ha cobrado una mayor importancia en estos últimos tiempos".
Para hacer frente a una epidemia de VRS contamos con herramientas como los sistemas de vigilancia epidemiológicos y la profilaxis. La vigilancia centinela nos permite monitorizar la situación para tomar decisiones en torno a la profilaxis, que son todas las medidas de protección llevadas a cabo para prevenir el VRS. Ante el nuevo contexto de incertidumbre en cuanto a la circulación del virus, el análisis y seguimiento del comportamiento del VRS ha cobrado una mayor importancia en estos últimos tiempos.
"El resultado es que los servicios sanitarios terminan padeciendo una saturación en la atención pediátrica debido al elevado número de casos".
Ello se debe a que la temporada de 2019-2020 fue la última epidemia clásica del virus respiratorio sincitial, cambiando su estacionalidad tras la aparición del COVID-19. El aislamiento, distanciamiento social y las medidas de protección implementadas en la temporada de 2020-2021 llevaron a la práctica desaparición del VRS en España. Posteriormente, ante la relajación de medidas y el aumento del contacto entre la población, en 2021-2022, empezaron a surgir algunos casos y empezaron a haber infecciones también en primavera y en verano. Prueba de ello son el número de infecciones que presenciamos durante el mes de junio del año pasado que nos obligó a alertar a las familias y mantener la profilaxis.
"Hemos presenciado una alteración repentina de la circulación del virus que podría requerir un refuerzo de las medidas de protección durante periodos en las que solían relajarse, como la primavera o el verano".
En este periodo de 2022-2023 debemos estar vigilantes y continuar monitorizando el VRS para estar preparados y determinar si este año también será necesario prolongar la profilaxis. Hemos presenciado una alteración repentina de la circulación del virus que podría requerir un refuerzo de las medidas de protección durante periodos en las que solían relajarse, como la primavera o el verano. En este sentido, es necesario ser conscientes de la evolución del VRS para poder asesorar adecuadamente a las familias de los niños más pequeños, especialmente de aquellos más vulnerables, como los menores con enfermedades crónicas, como las cardiopatías congénitas o la displasia broncopulmonar (DBP). Esta será la fórmula de definir si es conveniente incrementar las medidas de prevención y, en el caso de los pacientes que pertenecen a los grupos de riesgo, prolongar la inmunoprofilaxis.
"Es necesario ser conscientes de la evolución del VRS para poder asesorar adecuadamente a las familias de los niños más pequeños".
Este cambio estacional del VRS llega también en una nueva época en cuanto a la protección frente al virus. Los avances científicos han traído el desarrollo de nuevos anticuerpos monoclonales de mayor eficacia y duración con dosis únicas destinados a una mayor población de bebés, no solo a los de mayor riesgo, que han estado bien protegidos durante más de 20 años de uso de monoclonales de primera generación como el palivizumab, si no a los que han nacido a término y sanos. En definitiva, la aparición de innovaciones terapéuticas, como los anticuerpos monoclonales, o el futuro desarrollo de vacunas, avecinan también un cambio importante en lo que es la prevención de infecciones graves por virus respiratorio sincitial.
"Nos encontramos ante un nuevo paradigma en cuanto al contexto del VRS, tanto en su comportamiento y circulación, como en el abordaje de este".
Es evidente que nos encontramos ante un nuevo paradigma en cuanto al contexto del VRS, tanto en su comportamiento y circulación, como en el abordaje de este. Debemos estar alerta ante los cambios cíclicos y continuar vigilando la evolución de la situación epidemiológica, informar adecuadamente a la población sobre las medidas de protección a seguir y adecuar y definir al actual contexto los protocolos de prevención y actuación para actuar frente a la infección grave por VRS.