Raquel Burdallo Encinas, farmacéutica y colaboradora en la fundación El Alto.
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Me llamo Raquel, soy farmacéutica y colaboro con la fundación El Alto desde abril de 2016, momento en el que comenzó mi andadura como voluntaria expatriada en el hospital de Gambo, Etiopía. Mi estancia en Gambo se prolongó hasta finales de febrero de 2017, y ha sido una de las grandes experiencias de mi vida. Desde que volví, participo activamente en la coordinación del proyecto que la fundación realiza en Gambo.
Para quien no conozca a la fundación El Alto, simplemente decir, que nace en 2006 y que es una ONGD farmacéutica que trabaja en cooperación internacional al desarrollo. Su objetivo principal es la promoción de la salud de países en vías de desarrollo del continente africano. Para llevar a cabo dicho objetivo, la fundación trabaja en el ámbito de la farmacia hospitalaria en tres hospitales africanos: Hospital General Rural de Gambo, Etiopía; el Hospital Saint Joseph de Bébédjia en Chad, y en el Hospital Saint Joseph de Kitgum en Uganda.
"Para quien no conozca a la fundación El Alto, simplemente decir, que nace en 2006 y que es una ONGD farmacéutica que trabaja en cooperación internacional al desarrollo".
La base principal, sobre la que se trabaja, se basa en el fortalecimiento de los Servicios de Farmacia Hospitalaria a través de la formación y capacitación técnica del personal sanitario local. Y desde 2007, que comenzó el primer proyecto en el hospital de Gambo, no se ha parado de trabajar con este objetivo. Además, se han incorporado modelos de farmacia hospitalaria donde se refuerza e impulsa el acceso a los medicamentos a través de la formulación magistral, y se mejora la seguridad de los pacientes a través de los sistemas unitarios de dispensación (unidosis). También se trabaja para que los y las pacientes reciban una atención farmacéutica de calidad al adquirir sus tratamientos médicos en los servicios de out patient dispensing de cada hospital.
Desde el año 2019, la fundación comienza un nuevo proyecto con la universidad de Makerere en Kampala. El objetivo de esta iniciativa radica en la mejora de la capacitación técnica del alumnado de la Facultad de Farmacia, para que completen su formación adquiriendo las competencias profesionales adecuadas para el pleno desarrollo profesional.
"Trabajar en países en vías de desarrollo puede ser difícil por diversas causas, como por ejemplo la inestabilidad política, la falta de recursos o la diferencia cultural".
Además de estos proyectos mencionados, la fundación firmó en el 2021 un convenio de colaboración con el Máster de Medicina Tropical y Salud Internacional de la Universidad Autónoma de Madrid. El objetivo principal de la colaboración es la mejora de las condiciones de salud en el Hospital General Rural de Gambo, Etiopía. Y para ello, se llevarán a cabo diversos proyectos en el marco de esta colaboración.
"En estos últimos años hemos vivido situaciones difíciles como la COVID-19, que han imposibilitado la presencia de expatriadros en los proyectos, y actualmente el brote de ébola en Uganda, que también ha paralizado la presencia de una voluntaria expatriada en terreno".
Una vez explicado en qué se basa el trabajo de la fundación, me gustaría comentar también la realidad a la que nos enfrentamos para poder desarrollar todo este trabajo. Trabajar en países en vías de desarrollo puede ser difícil por diversas causas, como por ejemplo la inestabilidad política, la falta de recursos o la diferencia cultural. En estos últimos años hemos vivido situaciones difíciles como la COVID-19, que han imposibilitado la presencia de expatriadros en los proyectos, y actualmente el brote de ébola en Uganda, que también ha paralizado la presencia de una voluntaria expatriada en terreno. También hemos tenido que enfrentarnos a un cambio de titularidad en el Hospital de Gambo, el cual ha pasado a manos del gobierno etíope. Y además se añade la dificultad de tener que estar siempre buscando financiación y financiadores para poder seguir desempeñando esta labor.
"Y además se añade la dificultad de tener que estar siempre buscando financiación y financiadores para poder seguir desempeñando esta labor".
Por todo ello y para terminar, simplemente quiero agradecer y reconocer el gran trabajo de todo el equipo que conforma la fundación El Alto. Desde el equipo directivo, la secretaría técnica, coordinadoras, voluntarios y voluntarias, socios y socias; gracias por crear esta gran familia. Y quiero destacar, que a través de nuestro trabajo y esfuerzo intentamos contribuir a conseguir un mundo más justo, un mundo donde todos y todas tengamos las mismas oportunidades y posibilidades de desarrollo. Y con el trabajo que desarrollamos desde El Alto, impulsamos la salud en comunidades de países empobrecidos y aportamos nuestro granito de arena para contribuir a conseguir la ansiada justicia social.