Política sanitaria31 de mayo, 2022
Los profesionales sanitarios desempeñan un papel clave en el "control del tabaquismo" como "educadores" y "consejeros"
Este año la campaña de la OMS del ‘Día Mundial Sin Tabaco’ se centra en los cigarrillos y el medio ambiente.
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Es la primera causa prevenible de muerte tanto en España como en el mundo, y sin embargo el tabaquismo sigue siendo un hábito común entre gran parte de la población. Según datos de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), cada año fallecen en el mundo más de ocho millones de personas a consecuencia del tabaco, de ellas siete millones mueren por consumo directo y el millón restante por causas indirectas vinculadas. En España, fumar mata cada año a más de 50.000 personas, y un 22% de los españoles fuma.
Este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra su campaña del Día Mundial Sin Tabaco (31 de mayo), bajo el lema “El tabaco, una amenaza para nuestro medio ambiente”. El objetivo es sensibilizar a la población sobre el impacto ambiental que tiene el tabaco, desde su cultivo a su producción y distribución, a lo que deben sumarse los residuos que genera. De hecho, para que nos hagamos una idea de este impacto medioambiental nos da algunas cifras:
- 600.000.000 árboles talados para hacer cigarrillos.
- 84.000.000 toneladas de emisiones de C02 liberadas a la atmósfera que elevan la temperatura mundial.
- 22.000.000.000 litros de agua usados para fabricar cigarros.
“El tabaquismo es la primera causa de muerte evitable del mundo y están claras las relaciones íntimas que hay entre el consumo de tabaco y las enfermedades. Pero también hay vínculo entre el tabaco y el daño al medio ambiente y la OMS quiere aprovechar este día para mandar este mensaje y que lo conozca la población general”, indica Carlos Jiménez-Ruiz, jefe de la Unidad Especializada en Tabaquismo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, en un acto celebrado recientemente en Madrid sobre esta cuestión con la colaboración de Johnson & Johnson.
"El humo del tabaco contribuye a aumentar los niveles de contaminación del aire y contiene tres tipos de gases de efecto invernadero”.
La OMS, lo dice con total claridad, “el humo del tabaco contribuye a aumentar los niveles de contaminación del aire y contiene tres tipos de gases de efecto invernadero”. Y además, especifica que “el cultivo, la fabricación y el consumo de tabaco envenenan el agua, el suelo, las playas y las calles de las ciudades con productos químicos, residuos tóxicos, colillas, incluidos los microplásticos, y residuos de cigarrillos electrónicos”.
Enfermedades y tabaco
En cuanto a las patologías y su vínculo con el tabaco, José Miguel Cruces, profesor del Centro Universitario “San Juan de Dios” de Bormujos (Sevilla), destaca que según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y la OMS, en 2020 el 24,3 por ciento de las defunciones se debieron a enfermedades del sistema circulatorio y el 22,8 por ciento a tumores, creyéndose que en muchas de ellas, el tabaquismo puede ser el factor de riesgo fundamental. Las enfermedades infecciosas, que incluyen COVID-19 virus identificado y COVID-19 sospechoso, supusieron el 16,4 por ciento del total, convirtiéndose en la tercera causa de muerte.
Para darnos cuenta de su importancia, Cruces continúa con la comparativa con la COVID-19: “En el periodo 2020-2021 en España hubo 97.000 fallecidos por COVID-19, un total de 5 millones en el mundo. Durante el mismo periodo, fueron 102.000 los fallecidos por consumo de tabaco, ascendiendo a 14,6 millones en el mundo".
El 27,5 por ciento de esas más de 50.000 muertes que se producen en España debido al tabaco, es decir, más de 14.000 en números absolutos, se deben a enfermedades cardiovasculares, incluida la diabetes.
Por otra parte, el 27,5 por ciento de esas más de 50.000 muertes que se producen en España debido al tabaco, es decir, más de 14.000 en números absolutos, se deben a enfermedades cardiovasculares, incluida la diabetes. Esta conclusión se desprende de un estudio de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC), y que ambos organismos han publicado recientemente en la Revista Española de Cardiología. Así, según este informe. que recopila datos del año 2017, tal y como informa Europa Press, el 49,7% de las muertes atribuidas al consumo de tabaco fue por tumores, seguidas en segundo lugar por enfermedades cardiovasculares (27,5%) y, en tercer lugar, por enfermedades respiratorias (22,7%).
Los profesionales sanitarios y el tabaco
En opinión de Jiménez-Ruiz, los profesionales sanitarios de la Medicina, la Farmacia y Enfermería son “clave para el control del tabaquismo”. Sobre todo, no fumando, porque es la mejor manera de mostrar a la población que el tabaco daña la salud. “También los profesionales sanitarios jugamos un papel educador, aconsejando a los fumadores que dejen el tabaco. Y desempeñamos un papel terapéutico: podemos además de aconsejarles ayudarles a que dejen de fumar con el tratamiento farmacológico disponible en aquellos que quieran hacer el esfuerzo de intentarlo. Este papel también tienen que jugarlo los farmacéuticos, a los que se acude con mucha frecuencia en busca de consulta y pueden proporcionar información e, incluso, prescribir un tratamiento con terapia sustitutiva con nicotina. Enfermería también puede dar consejo sanitario de abandono de consumo de tabaco y prescribir este tratamiento que es, por tanto, el más accesible de todos los disponibles”.
"Los profesionales sanitarios desempeñamos un papel terapéutico en los pacientes: podemos, además de aconsejarles ayudarles a que dejen de fumar con el tratamiento farmacológico disponible en aquellos que quieran hacer el esfuerzo de intentarlo".
Luis García Moreno, farmacéutico comunitario en Munera (Albacete), asegura que precisamente los farmacéuticos constituyen prácticamente el único profesional de la salud presente en poblaciones pequeñas. “Tenemos una visión longitudinal de los pacientes, ya que los vemos en todas las etapas de la vida, y con una excelente accesibilidad a cualquier hora. A ello debe sumarse la formación y preparación que poseemos, lo que nos hace estar en una posición de privilegio para el abordaje del paciente fumador. Y no solo atendemos e indicamos a pacientes, sino también a usuarios que creen no padecer ninguna patología, dado que el tabaquismo es una enfermedad crónica y adictiva y no un hábito, como piensan algunos pacientes”.
Desde el punto de vista del profesor José Miguel Cruces, "el tabaquismo es una enfermedad adictiva que requiere de un abordaje interdisciplinar en ocasiones y de un tratamiento combinado”. Bajo su perspectiva, son fundamentales las medidas de promoción y educación para la salud, además de resultar vital el que las administraciones doten de recursos materiales y humanos a las diferentes instituciones sanitarias y no sanitarias que existen en la comunidad. “Sería necesario ampliar servicios fuera del entorno sanitario que promuevan estas medidas y sean cercanos y accesibles a la población” aconseja.
"Es necesario aumentar los programas de promoción de la salud en colegios, institutos y centros de menores".
Asimismo, considera que es necesario aumentar los programas de promoción de la salud en colegios, institutos y centros de menores, en los que igualmente sean partícipes el profesorado, padres y otros agentes de la comunidad para prevenir que los jóvenes experimenten el consumo de tabaco y la iniciación al tabaquismo.
“Aunque es justo reconocer que el cuarto informe de la OMS publicado en noviembre de 2021 dice que hay 1.300 millones de consumidores de tabaco en el mundo frente a los 1.320 millones que había en 2015 y se espera que la cifra descienda en 2025”, añade.
De forma paralela, comenta que "la Enfermería por su papel informador, motivador y de empoderar está perfectamente cualificada para trabajar con personas que quieren iniciar una deshabituación al tabaco y puede actuar desde la prevención hasta la fase de deshabituación, acompañando a la persona hasta que llegue a ser exfumador.”
Tratamientos y postura frente a los e-cigarrillos
Desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), se ha abogado para que todos los tratamientos que hayan demostrado ser eficaces y seguros para dejar el tabaco sean financiados por el Sistema Nacional de Salud. “La terapia sustitutiva con nicotina es el tratamiento que cuenta con más experiencia a la hora de tratar a los fumadores para que dejen de serlo. Y es el más seguro de todos los disponibles, por lo que es fundamental que sea financiado, así como otros tratamientos novedosos, como la citisina”, ha indicado el experto.
“La terapia sustitutiva con nicotina es el tratamiento que cuenta con más experiencia a la hora de tratar a los fumadores para que dejen de serlo".
Por otra parte, desde esta sociedad han elaborado un Documento de posicionamiento ante las estrategias de reducción de daño del tabaco, que han publicado en su revista científica Open Respiratory Archives, y en el que muestran su postura frente a los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco para calentar.
Las dos grandes conclusiones de este texto son las siguientes: la primera es que “las estrategias de reducción del daño son métodos ineficaces para el control del tabaquismo, mantienen a los fumadores en el consumo del tabaco y representan una oportunidad para la industria tabaquera en la venta de sus nuevos productos, como el tabaco calentado y el cigarrillo electrónico”. Y la segunda es que “el tabaco calentado y los cigarrillos electrónicos, pese a tener menos tóxicos que el tabaco convencional, no implican que hagan un menor daño, por lo es necesaria una regulación idéntica a la que se aplica a aquel”.
“No existe un umbral de seguridad en el uso de este tipo de métodos. La presencia de una menor concentración de tóxicos en estos productos frente al tabaco convencional no implica un menor daño”, esgrimen desde la Separ.
“Las intervenciones terapéuticas basadas en el asesoramiento psicológico y el tratamiento farmacológico son las más eficaces para ayudar a los fumadores a dejar de serlo” y “triplican y, en ocasiones, cuatriplican las posibilidades de tener éxito en un intento de abandono en comparación con cuando no se utilizan”. En cambio, hasta un 60-70% de los fumadores que utilizan cigarrillos electrónicos para dejar de fumar terminan convirtiéndose en fumadores duales.
Hasta un 60-70% de los fumadores que utilizan cigarrillos electrónicos para dejar de fumar terminan convirtiéndose en fumadores duales.
¿Espacios libres de humo?
Todos los años, con motivo de la celebración del Día Mundial del Tabaco se llevan a cabo varias iniciativas. Una de ellas parte de la Asociación Española Contra el Cáncer, que ha iniciado una campaña de movilización social con la que recabará firmas para liberar del humo del tabaco el Parque de El Retiro de Madrid y otros 43 sitios emblemáticos del país.
Precisamente, el Ministerio de Sanidad, que está preparando una nueva normativa sobre el consumo de esta droga, está estudiando incluir más restricciones y aumentar los espacios libres de humo. Para saber qué opinan los españoles en este sentido IMOP-BERBĒS, ha analizado su percepción en este sentido.
El 66,2% de los encuestados está “muy” y “bastante” a favor de prohibir fumar en terrazas, estadios deportivos y playas, frente al 33,8% que lo está “poco” o “nada”.
Una de las posibilidades que se baraja es prohibir fumar en terrazas, estadios deportivos y playas, y el resultado es que el 66,2% de los encuestados está “muy” y “bastante” a favor de la medida frente al 33,8% que lo está “poco” o “nada”.
Otra medida que se encuentra en estudio es la prohibición de fumar en los coches particulares, sobre todo, si en el interior viajan embarazadas y niños. En estos casos, los defensores de restringir este hábito siguen superando a los reticentes. El 51,5% está de acuerdo con la medida siempre, un 16,6% solo si viaja población de riesgo y el 31,9% se muestra en contra.
En cuanto a las medidas más efectivas para reducir el consumo de tabaco en España, el 35,7% indica que se deben ofrecer ayudas a los fumadores por parte del Gobierno para dejar el hábito.
En cuanto a las medidas más efectivas para reducir el consumo de tabaco en España, el 35,7% indica que se deben ofrecer ayudas a los fumadores por parte del Gobierno para dejar el hábito, este porcentaje alcanza el 56,3% entre aquellos que se declaran fumadores. En segundo lugar, se encuentra quienes defienden subir el precio del tabaco y la fiscalidad de los nuevos dispositivos de liberación de nicotina (28,7%), mientras que en tercera posición están los que persiguen la regulación de la publicidad y las redes sociales (17,7%) y, por último, los que creen que es más eficaz apostar por imágenes impactantes en los empaquetados (4,7%).