Más de 50 personas, entre el equipo humano de Grünenthal, representantes de la Sociedad Madrileña del Dolor y familiares, se han unido para llevar a cabo una nueva jornada de voluntariado corporativo a favor del medioambiente, con el fin de acelerar la recuperación de un enclave con un alto valor paisajístico y ecológico.

Algunas especies que este grupo de voluntarios ha plantado en el Valle de La Barranca, reserva natural dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, ubicado en Algete (Madrid), son el quejigo, la encina, el álamo negro, así como lavanda, romero y rosal silvestre. El Pinar de la Barranca, explotado por la tala y el carboneo, quedó afectado cuando ambas actividades cesaron. En total, gracias a la colaboración de Grünenthal y la Sociedad Madrileña del Dolor, y con la ayuda de Bosquia, se ha contribuido a reforestar una hectárea con 1.100 plantas y árboles autóctonos, compensando así cerca de 100 toneladas de CO2.

Se ha contribuido a reforestar una hectárea con 1.100 plantas y árboles autóctonos, compensando así cerca de 100 toneladas de CO2 .

Esta acción se enmarca dentro del proyecto del Grupo Grünenthal  #TreesForOurPlanet, cuyo objetivo es lograr un impacto positivo y duradero en el entorno. Tras el éxito de la campaña de reforestación del año pasado, en la que se creó el bosque Grünenthal en una zona biodegradada de Córdoba, la compañía ha mostrado una vez más su firme compromiso con el medioambiente sumándose al reto del Grupo Grünenthal, que consiste en plantar 7.600 árboles este año. 

"Nos permite estrechar lazos entre la sociedad y Grünenthal, más allá de las actividades de formación y en favor del abordaje del dolor en las que solemos colaborar".

“Se trata de una hermosa iniciativa con la que seguimos avanzando con paso firme hacia el desarrollo de soluciones que nos permitan reducir nuestro impacto sobre el medioambiente, contribuyendo así a la protección del planeta para las futuras generaciones”, ha destacado Ana Martins, directora general de Grünenthal España y Portugal.

"Las sociedades científicas somos conscientes del impacto que el medioambiente tiene también en la salud de las personas y esta acción nos permite poner nuestro granito de arena en favor del planeta”.

Por su parte, Lola Bedmar, presidenta de la Sociedad Madrileña del Dolor, ha alabado  esta iniciativa “que nos permite estrechar lazos entre la sociedad y Grünenthal, más allá de las actividades de formación y en favor del abordaje del dolor en las que solemos colaborar. Las sociedades científicas somos conscientes del impacto que el medioambiente tiene también en la salud de las personas y esta acción nos permite poner nuestro granito de arena en favor del planeta”.