Sanitas ha comenzado un proyecto piloto con el objetivo de reciclar mascarillas higiénicas, quirúrgicas y FPP2. Para ello, se instalarán contenedores especiales en sus oficinas centrales en la calle Ribera del Loira, en las oficinas de su centro de relaciones con clientes de Madrid y en 20 de sus clínicas dentales en Madrid y Barcelona, en donde cualquier persona podrá reciclar sus mascarillas usadas.

Pero no van a realizar esta iniciativa solos, sino de manera conjunta con Recicla Mascarillas, un programa de economía circular lanzado gracias a la experiencia de 25 años en la gestión de residuos promovido por Orka Gestión de residuos y Nantek. ¿Cómo se va a realizar esta iniciativa si las mascarillas a priori son un residuo no reciclable? Transformándolas en productos de alto valor añadido mediante un proceso patentado de pirólisis avanzada, pudiendo de esta forma ser reutilizadas en el sector industrial y en transporte.

Los beneficios del proyecto

Los componentes de las mascarillas quirúrgicas y las FFP2 son filtros formados por materiales plásticos, que son los responsables de evitar que las partículas pequeñas y los virus lleguen a nuestro sistema respiratorio. Debido a estos elementos plásticos, el tiempo de descomposición de las mascarillas puede alcanzar hasta 400 años y, si no se desechan de forma correcta, tienen una alta probabilidad de contaminar nuestro entorno. Según Naciones Unidas, cada año se producen en todo el mundo unos 300 millones de residuos plásticos de los que solo un 14% se recolecta para el reciclaje.

Cada año se producen en todo el mundo unos 300 millones de residuos plásticos de los que solo un 14% se recolecta para el reciclaje.

Este proyecto tiene dos principales ventajas, evitar la llegada de las mascarillas a los vertederos y dar valor a esos residuos para su posterior uso, cuidando tanto la salud del planeta como la de las personas. Cabe destacar también el efecto de concienciación de esta iniciativa para sensibilizar sobre la necesidad de deshacernos adecuadamente de las mascarillas, ya que según un estudio de WWF y debido uso generalizado de las mismas en el mundo, se calcula que, aunque solamente el 1% de estos dispositivos de protección que se utilizan se desecharan mal, acabaríamos con 10 millones de mascarillas cada mes contaminando el medio ambiente.

Una estimación realizada calcula que con este proyecto inicial, los contendores recogerán y reciclarán cada año unas 100.000 mascarillas. Una cifra que significa la reducción de más 90 kg de residuos plástico en vertederos, más de 90 kg de combustible fósil y se ahorrarán más de 200 kg de CO2 emitido a la atmósfera. 

Se reducirán más 90 kg de residuos plástico en vertederos, más de 90 kg de combustible fósil y se ahorrarán más de 200 kg de CO2 emitido a la atmósfera.

¿Por qué esta iniciativa?

“Desde Sanitas Dental considerábamos fundamental contribuir a la salud del planeta y qué mejor forma de hacerlo que con el reciclaje de las mascarillas. En la actualidad éstas se han convertido en un elemento fundamental para protegernos contra la COVID, pero las mascarillas son también un complemento imprescindible y habitual para la seguridad de nuestros colaboradores”, ha afirmado Jesús Bonilla, director general de Sanitas Dental. “Por esto, desde nuestras clínicas queremos ser parte de la solución y por eso apostamos por la instalación de estos contenedores para reaprovechar las mascarillas desechadas en materiales con un segundo uso”, ha concluido.

A pesar de que actualmente los lugares para desechar las mascarillas son limitados, este proyecto piloto seguirá extendiéndose al resto de las 200 clínicas de Sanitas Dental y a otras instalaciones de la compañía de manera progresiva.