I+D27 de diciembre, 2022
La cardiopatía isquémica se ha mantenido como la primera causa de muerte cardiovascular en todo el mundo durante 2021
La presión arterial alta, el colesterol alto, la dieta y la contaminación atmosférica son las principales causas de ECV.
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La principal causa de muerte en todo el mundo continua siendo la enfermedad cardiovascular (ECV). En concreto, la cardiopatía isquémica es la primera causa de muerte cardiovascular, con 9,44 millones de muertes en 2021 y más de 185 millones de años perdidos de vida por enfermedad, discapacidad o muerte por esta enfermedad, según datos de un estudio reciente publicado por la Carga Global de Enfermedades Cardiovasculares. Este grupo es una alianza constituida por Journal of the American College of Cardiology (JACC), el Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud, y el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre.
En este informe se han analizado 18 condiciones cardiovasculares específicas y 15 factores de riesgo en 21 regiones de todo el mundo. Para ello, han rastreando datos desde 1990 hasta 2021, con el objeto de brindar una visión amplia de la carga mundial de enfermedades cardiovasculares.
Causas
Así, si bien las tasas de ECV son altas a nivel mundial, se estima que Asia Central y Europa del Este tienen las cifras más altas de mortalidad por ECV. La presión arterial alta, el colesterol alto, el tipo de dieta y la contaminación atmosférica constituyen las principales causas de ECV desde un punto de vista global.
Si bien las tasas de ECV son altas a nivel mundial, se estima que Asia Central y Europa del Este tienen las cifras más altas de mortalidad por ECV.
La presión arterial sistólica alta sigue siendo el principal factor de riesgo modificable de muertes cardiovasculares prematuras, lo que ha supuesto 10,8 millones de muertes CV y 11,3 millones de muertes en general en 2021. Los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) por todas las causas debido a la presión arterial alta, han sido 2.770 por cada 100.000 personas.
La presión arterial sistólica alta sigue siendo el principal factor de riesgo modificable de muertes cardiovasculares prematuras.
Los riesgos asociados a la alimentación han representado 6,58 millones de muertes por CV y 8 millones de muertes en general en 2021. Estos se refieren principalmente a tipos de alimentos que se consumen de forma carencial en todo el globo terráqueo, tales como frutas, verduras, legumbres, granos integrales, nueces y semillas, leche, fibra, calcio, omega-3 ácidos grasos y ácidos grasos poliinsaturado, frente a un consumo excesivo de carnes rojas y procesadas, bebidas azucaradas, ácidos grasos trans y sodio. Los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) por todas las causas debido a riesgos dietéticos fueron de 2.340 por cada 100.000 personas.
Los riesgos asociados a la alimentación han representado 6,58 millones de muertes por CV y 8 millones de muertes en general en 2021.
Las regiones con tasas más altas de carga de ECV atribuible a la presión arterial sistólica elevada han sido Asia Central, África Subsahariana Central y Europa del Este. Mientas que las zonas con las tasas más altas de carga de ECV atribuible al riesgo dietético han resultado ser también Asia Central y Europa del Este, junto con Oceanía. Asia Central ha poseído la mortalidad total por ECV estandarizada por edad más alta con 516,9 muertes por 100.000.
Por otro lado, la parte correspondiente al Asia Pacífico de altos ingresos ha mostrado la mortalidad total por ECV total estandarizada por edad más baja con 76,6 muertes por cada 100.000 personas. Cabe mencionar que desde 1990, Australasia (que engloba Australia, Melanesia y Nueva Zelanda) ha tenido la mayor reducción porcentual (64,2%) en ECV estandarizadas por edad por 100 000 de todas las demás regiones. Esta disminución porcentual ha sido más alta en la cardiopatía isquémica con un 71,8%.
Factores
Este análisis ha tenido en cuenta los fallecimientos recurriendo a datos de registros vitales y de muestras específicas. Las estimaciones las ha realizado para los 15 principales factores ambientales, entre los que destacan, contaminación del aire y en el hogar, exposición al plomo, temperatura baja y alta; factores metabólicos como presión arterial sistólica, colesterol LDL, índice de masa corporal, glucosa plasmática en ayunas y disfunción renal; y conductuales, es decir, alimentación, tabaquismo, humo de segunda mano, consumo de alcohol y actividad física.
Las tasas de mortalidad por ECV se han categorizado por ubicación, además de por edad, sexo y tiempo (desde 1990). El informe ha valorado igualmente los años de vida ajustados por discapacidad, los años de vida perdidos debido a la mortalidad prematura y los años vividos con discapacidad.
Gregory A. Roth, autor principal del artículo y profesor de la Universidad de Washington, ha matizado que es necesario seguir investigando sobre el estado actual de la salud cardiovascular en todo el mundo: “Esta tiene un gran impacto en nuestra calidad de vida y en el sistema de atención médica en su conjunto”,
"Las muertes por hipertensión han aumentado constantemente en los EEUU durante los últimos 20 años”.
“Más del 80% de las enfermedades cardiovasculares se pueden prevenir. Con esta actualización, estamos midiendo algunas tendencias globales y revisando las intervenciones actuales que pueden ayudar a los países a tomar decisiones basadas en evidencia para sus sistemas de salud”, ha añadido.
Del mismo modo, George A. Mensah, MD, autor del artículo y director del Centro de Investigación de Traducción e Implementación de Ciencias en el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, ha añadido, que si bien este estudio sirve como recordatorio sobre la importancia de los factores de riesgo modificables para la enfermedad cardíaca, no hay que olvidar que “las muertes por hipertensión han aumentado constantemente en los EEUU durante los últimos 20 años”. Esto no es más que un reflejo de lo que ocurre en otras zonas y está poniendo en alerta a los investigadores para desarrolla “soluciones prácticas e innovadoras”.