“Los siete pecados capitales de la EPOC en España” es un trabajo contrastado publicado por un grupo de especialistas en medicina respiratoria. En él se identifican y analizan los siete principales problemas que se encuentran en el manejo de la enfermedad en España, además de proponer soluciones que buscan beneficiar a los pacientes y mejorar el uso racional de los recursos sanitarios. El documento destaca especialmente la necesidad de reducir las elevadas tasas de infradiagnóstico de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), una patología grave que afecta al 11% de la población adulta y se sitúa como cuarta causa de muerte en España.

Su elevada prevalencia, además de su creciente incidencia, sitúa a la EPOC como un problema de salud pública con un gran impacto tanto social como económico. Debido a ello es necesario concienciar a la población mediante campañas informativas en medios de comunicación y la mejora de la educación de los pacientes y sus familiares, algo en lo que coinciden los expertos que han participado en el trabajo, siendo estas algunas de las principales soluciones para optimizar el abordaje de la EPOC.

Su elevada prevalencia, además de su creciente incidencia, sitúa a la EPOC como un problema de salud pública con un gran impacto tanto social como económico.

“Como compañía farmacéutica centrada en la salud de las personas, tenemos un firme compromiso con la mejora de la calidad de vida de los pacientes con EPOC. Por eso, trabajamos en campañas de concienciación que ayudan a fomentar el conocimiento de la enfermedad entre la población general, con el objetivo de que sus síntomas sean fácilmente reconocibles y favorecer así el necesario diagnóstico precoz e intervención temprana de la patología” explica Ana Pérez, directora Médica y de Asuntos Regulatorios de AstraZeneca España.

La importancia de la espirometrías

Los especialistas destacan que, a pesar de la alta prevalencia y mortalidad de la EPOC, alrededor del 80% de los pacientes todavía no han sido diagnosticados. Debido a esto, una de las cosas que plantean es una mejora de la formación, tanto de la población general, como de los profesionales, para que la espirometría se convierta en la principal herramienta de diagnóstico de esta patología. “Para reducir las cifras de infradiagnóstico, necesitamos ampliar el uso de espirometrías, sobre todo, en la Atención Primaria. Esto tiene que ir unido a la formación del personal de enfermería, de atención primaria y de otras especialidades, así como de la población general”, explica el doctor José Luis Izquierdo, profesor de medicina por la Universidad de Alcalá y jefe de Servicio de Neumología del Hospital Universitario de Guadalajara. 

A pesar de la alta prevalencia y mortalidad de la EPOC, alrededor del 80% de los pacientes todavía no han sido diagnosticados.

El doctor continúa explicando que “los estudios observacionales han detectado que la mitad de los pacientes diagnosticados de EPOC a los 65 años ya presentaban alteraciones de la función pulmonar a los 25 años. Por eso, proponemos la realización de estudios de espirometría en jóvenes menores de 30 años, que nos permitan identificar los factores de riesgo para la salud respiratoria a tiempo para su tratamiento”, planteando el trabajo la necesidad de una actuación temprana que no se realice únicamente cuando haya síntomas.

“Además, en los pacientes que han sido diagnosticados, la enfermedad no suele confirmarse mediante una prueba diagnóstica adecuada. En consecuencia, el tratamiento muchas veces no se ajusta a las recomendaciones científicas nacionales e internacionales”, continúa este experto.

La necesidad de la equidad en el abordaje de la EPOC

En la actualidad, el manejo de la EPOC en España difiere enormemente entre comunidades autónomas e, incluso, centros hospitalarios. Acabar con esta inequidad en la atención de la patología, a través de una mejor coordinación de su cuidado, garantiza los mejores resultados de salud para cada paciente.

La principal medida que plantea este grupo de especialistas es “el fortalecimiento de la Estrategia Nacional de EPOC y los Planes Regionales, a través de la evaluación periódica de los indicadores cuantitativos y cualitativos de su implementación y efectividad”. Para ello proponen “la creación de un Plan de Salud Respiratoria que vaya más allá de la EPOC y aborde la importancia de la salud respiratoria en general. Este ha de prever la financiación de programas de prevención y promoción de la salud respiratoria, el diagnóstico y tratamiento precoz de las enfermedades respiratorias y una apuesta decidida por las espirometrías como pruebas no invasivas, por la formación, la innovación y la investigación”, explica Izquierdo.

Proponen “la creación de un Plan de Salud Respiratoria que vaya más allá de la EPOC y aborde la importancia de la salud respiratoria en general.

Otra de las medidas clave para garantizar equidad en la atención es eliminando las diferencias entre guías de práctica clínica, “estas han de eliminar algunas discrepancias y han de ser actualizadas continuamente y difundidas adecuadamente, auditando su impacto clínico real”, según propone el doctor.

Por último, el documento analiza la gran capacidad de mejora si se realizase un abordaje multidisciplinar sobre la atención a los pacientes y el sistema sanitario. “En el diagnóstico y el tratamiento de la EPOC intervienen varias áreas sanitarias y especialidades médicas, pero no existe ningún documento que defina sus funciones específicas, cómo deben coordinarse y quién es el responsable del seguimiento del paciente en cada fase del proceso. La creación de unidades funcionales multidisciplinares, lideradas por la medicina respiratoria, facilitaría el abordaje y la organización de todo el proceso asistencial de la EPOC, desde su prevención y diagnóstico precoz, pasando por las complicaciones y exacerbaciones intercurrentes, hasta la fase final de la vida”, concluye el doctor Izquierdo.