I+D10 de mayo, 2022
¿Qué diferencia hay entre alergias, toxiinfecciones e intolerancias a los alimentos?
Desde la FEAD aseguran que las consultas sobre reacciones adversas a los alimentos se han incrementado.
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Según explican desde la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), cada vez es más habitual que a las consultas relacionadas con el sistema digestivo acudan personas con reacciones adversas tras la ingesta de algunos alimentos. Sin embargo, en líneas generales entre los pacientes existe bastante desconocimiento entre las diferentes manifestaciones que se producen en este sentido: alergias, intolerancias o toxiinfecciones alimentarias.
El doctor Francesc Casellas Jordá, responsable del Comité de Nutrición de la FEAD y especialista en Aparato Digestivo del Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona), asegura que si bien “nuestro organismo obtiene los nutrientes necesarios a través de los alimentos y estos no deben provocar molestias, pero no siempre es así. En ciertas ocasiones, la ingesta, contacto o inhalación de alimentos provoca una respuesta anormal”.
"En ciertas ocasiones, la ingesta, contacto o inhalación de alimentos provoca una respuesta anormal”.
Con el objetivo de aportar información científica, veraz y comprensible, la FEAD ha publicado una infografía sobre los tipos de reacciones adversas tras la ingesta de alimentos, cuyo contenido resumimos a continuación.
¿Qué es una alergia alimentaria?
Una alergia alimentaria es una reacción adversa mediada por el sistema inmunológico que se presenta en ciertas personas (los alérgicos) al ingerir determinados alimentos (los alérgenos).
“Los alérgicos no nacen siéndolo, sino que se hacen alérgicos”, explica el doctor Casellas. Y, para ello, es necesario que el paciente haya tenido contacto con el alimento alergénico, siendo más frecuente en personas que tienen familiares de primer grado (padres o hermanos) alérgicos o en individuos que poseen dermatitis atópica.
“Los alérgicos no nacen siéndolo, sino que se hacen alérgicos”.
Ante esta respuesta alérgica, el organismo desarrolla anticuerpos denominados inmunoglobulina E (IgE) contra proteínas del alimento causante de la alergia. Para detectarla, se realizan pruebas cutáneas (conocidas como pruebas intraepidérmicas o prick-test) o un análisis. No obstante, aunque estas pruebas resulten positivas, no son suficientes para diagnosticar una alergia, avisa el experto. “Deben acompañarse de una reacción clínica sugestiva de la alergia tras la ingesta del alimento sospechoso”.
Aunque estas pruebas resulten positivas, no son suficientes para diagnosticar una alergia.
Los síntomas provocados por la alergia a alimentos suelen aparecer rápidamente (máximo hasta 30-60 minutos) y pueden ser: cutáneos, digestivos, respiratorios o generalizados. Los alimentos causantes de alergia varían según la edad, la zona geográfica y hasta con las costumbres alimentarias de los pacientes.
En lactantes, las causas más frecuentes son la leche y los huevos, mientras que en niños más mayores son al pescado, los frutos secos y el marisco. En los adultos, por la ingesta de frutas, frutos secos y marisco.
¿Qué es una intolerancia alimentaria?
La intolerancia alimentaria es una reacción adversa que no tiene un origen inmune, sino que se produce por la digestión incompleta o inadecuada de un alimento. De hecho, puede aparecer por diversas causas (metabólicas o farmacológicas).
“Las intolerancias tienen que ser valoradas por un profesional sanitario, que descartará la existencia de síntomas de alarma (sangre en las deposiciones, pérdida no justificada de peso, etc.) o de una potencial enfermedad subyacente y determinará si los síntomas se deben a otras causas: Síndrome del Intestino Irritable (SII), Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), enfermedad celíaca, etc.”, explica el doctor.
Los tipos de intolerancias más frecuentes son:
- Lactosa (azúcar que se encuentra en la leche y sus derivados).
- Fructosa (azúcar muy común en alimentos como la miel o frutas como la manzana, la pera, la ciruela o el dátil).
- Sorbitol (azúcar alcohol que se encuentra de forma natural en frutas como la pera, la manzana, la ciruela, el melocotón, los albaricoques, etc. o se utiliza también como edulcorante en alimentos industrializados)
- Histamina (sustancia que produce nuestro organismo o presente en alimentos como la carne y el pescado)
- Favismo: reacción en forma de anemia aguda tras el consumo de habas.
Ante una intolerancia, desde la FEAD recomiendan adaptar la dieta para evitar los síntomas que la provoca. Pero, como normal general, hay que evitar las exclusiones alimentarias sin la guía de un profesional sanitario, así como evitar eliminar innecesariamente alimentos saludables de la dieta. “Es necesasrio adaptar el consumo a la tolerancia o reemplazar los alimentos intolerados por otros mejor tolerados”, asegura el experto.
Ante una intolerancia, desde la FEAD recomiendan adaptar la dieta para evitar los síntomas que la provoca.
¿Qué es una toxiinfección alimentaria?
A diferencia de las alergias e intolerancias, la toxiinfección alimentaria se produce como consecuencia de la ingesta de un alimento contaminado por gérmenes patógenos o sus toxinas.
Desde la FEAD, explican que si la enfermedad se debe a la ingesta de alimentos contaminados por bacterias o virus se habla de infección; si es por la ingesta de alimentos contaminados por toxinas bacterianas es intoxicación; y si es por la ingesta de parásitos, infestación.
La toxiinfección alimentaria se produce como consecuencia de la ingesta de un alimento contaminado por gérmenes patógenos o sus toxinas.
“La manifestación principal de una toxiinfección alimentaria es la diarrea, de aparición aguda y consistencia líquida”, indica el especialista. Si la diarrea es lo suficientemente importante, es probable que el paciente sufra de deshidratación, por lo que los expertos recomiendan utilizar la hidratación oral siempre que la situación clínica lo permita y no existan vómitos.