I+D14 de marzo, 2022
Un estudio internacional buscará opciones para mejorar el abordaje del dolor crónico y la calidad de vida en personas con ceguera y baja visión
Está impulsado por la Cátedra de Dolor Infantil-Fundación Grünenthal de la Universitat Rovira y Virgili (URV).
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La investigación ha mostrado que las personas con problemas de visión son más sensibles al dolor y se muestran más vigilantes a los estímulos dolorosos. Los estudios también indican que esa hipersensibilidad e hipervigilancia son factores de riesgo de dolor crónico. Precisamente para hacer frente a las necesidades de las personas con ceguera y baja visión que sufren a causa del dolor, la Cátedra de Dolor Infantil-Fundación Grünenthal de la Universitat Rovira i Virgili (URV) ha impulsado un proyecto internacional que se desarrollará en tres fases.
Desarrollo del proyecto
La primera fase de esta iniciativa ya está en marcha y tiene como finalidad obtener una fotografía de las necesidades de las personas con ceguera y problemas de visión. El objetivo final es encontrar tratamientos adecuados y desarrollar terapias adaptadas a las necesidades de este colectivo para mejorar su calidad de vida, incluidas aplicaciones móviles para facilitar el acceso a los mejores tratamientos disponibles.
La primera fase de esta iniciativa ya está en marcha y tiene como finalidad obtener una fotografía de las necesidades de las personas con ceguera y problemas de visión.
"Queremos conocer cuántas personas de este colectivo sufre dolor crónico y desarrollar los mejores tratamientos posibles, considerando la perspectiva de quien experimenta el problema en primera persona", afirma Jordi Miró, quien lidera el grupo de investigación ALGOS del Departamento de Psicología de la URV y dirige la Cátedra de Dolor Infantil-Fundación Grünenthal.
Problemas habituales
El grupo investigador trabaja en este proyecto "con la hipótesis de que nos encontramos ante un problema importante", apunta Miró. En esta primera fase, se quiere conocer, a través de un sondeo, cuáles son los problemas más habituales de dolor, qué necesidades tienen las personas con ceguera y baja visión y qué dificultades se encuentran a la hora de recibir tratamiento. Las respuestas que se obtengan permitirán en etapas posteriores desarrollar terapias más precisas, incluso a través de aplicaciones móviles.
"Queremos conocer cuántas personas de este colectivo sufre dolor crónico y desarrollar los mejores tratamientos posibles".
La encuesta, de momento, está disponible en 13 lenguas para llegar al mayor número de público posible, y se ha diseñado en colaboración con profesionales sanitarios y personas con ceguera. Para su difusión se cuenta con el apoyo de asociaciones nacionales e internacionales de personas con problemas de visión.