Un gran problema de la sociedad en la que vivimos es el tabaquismo. Por desgracia, aunque hay información de sobra que nos dice lo perjudicial que es para nosotros y para los que nos rodean, la gran mayoría continúa con su hábito. Este consumo de tabaco produce patologías como enfermedades cardiovasculares, lesiones cancerosas en los labios, lengua y tráquea entre otros. Puede desembocar en una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y en otros casos más graves llegar a producir cáncer de pulmón.

A parte de ser perjudicial para la salud, el humo del tabaco contiene unos componentes denominados hidrocarburos aromáticos policíclicos que actúan como inductores enzimáticos. Esto implica que actúa sobre algunas enzimas cuyo trabajo es metabolizar fármacos. Al incidir sobre dichas enzimas pueden aumentar el metabolismo, variando así el efecto deseado del fármaco sobre el paciente.

"Cuando un paciente ingresa en el hospital le retiran el tabaco de forma inmediata, pero cuando se le da el alta, lo más normal es que recaiga en el hábito y vuelva a fumar, y aquí es donde está el problema".

Cuando un paciente ingresa en el hospital le retiran el tabaco de forma inmediata, pero cuando se le da el alta, lo más normal es que recaiga en el hábito y vuelva a fumar, y aquí es donde está el problema. Al dejar de fumar, va a aumentar la concentración de fármacos que está tomando, pero cuando vuelve a fumar esta concentración se disminuye, por lo tanto se produce un desajuste en la dosificación. Por ejemplo, un paciente esquizofrénico tiene pautada una medicación, pero al volver a fumar se produce un aumento de la eliminación del fármaco, lo que puede producirle un brote. Este es uno de los ejemplos, pero no solo incide sobre este tipo de medicación, también lo hace frente a las benzodiacepinas, cafeína, medicación para la circulación…

"Hay muchos fumadores una situación estresante casi imperceptible por el continuo intento de dejar de fumar".

Como ya sabemos la nicotina, el alquitrán y los cientos de compuestos químicos que contiene el tabaco crean adicción. Debido a esto, no es nada fácil dejar este hábito que es tan común entre nosotros y, aunque mucha gente diga que lo deja cuando quiera, a la hora de la verdad no son tantos los que lo consiguen. Esto genera en muchos fumadores una situación estresante casi imperceptible por el continuo intento de dejar de fumar.

Desde hace tiempo, se implantó un programa de deshabituación tabáquica en la oficina de farmacia, que está enfocado en ayudar a las personas que quieren dejar de fumar para que logren su objetivo, para ello disponemos de varios productos que ayudan a conseguir este objetivo: dejar de fumar. A través de este programa el farmacéutico hace un seguimiento durante todo el proceso y una vez finalizado para evitar recaídas, y le explica detalladamente en qué consisten los fármacos disponibles que tiene a su disposición y sus posibles efectos adversos.

"Desde hace tiempo, se implantó un programa de deshabituación tabáquica en la oficina de farmacia, que está enfocado en ayudar a las personas que quieren dejar de fuma".

Tenemos cosas muy sencillas como los típicos cigarrillos mentolados, que simulan la forma de un cigarro para los que tienen la necesidad de tenerlo en la mano y hacer que fuman. No tienen nada de nicotina, solo mentol.

Luego ya pasaríamos a los chicles y los comprimidos para chupar, los cuales sí que contienen nicotina. Los hay de diferentes sabores y de diferentes dosis, si tienes mucha dependencia necesitarás una dosis más alta, y poco a poco ir disminuyendo la dosis hasta dejar de fumar. El truco de los chicles es masticarlo hasta que su sabor se haga intenso y después colocarlo entre la encía y la mejilla, y cuando disminuye el sabor repites el proceso, así hasta pasados 30 minutos. Se debería tomar un chicle cada 1-2 horas. Con los comprimidos el proceso sería el mismo.

"Si usas los parches tienes que dejar de fumar completamente mientras dure el tratamiento, tampoco podrías usar los chicles o comprimidos a la vez".

Otra opción son los parches de nicotina, al igual que con los anteriores hay de varias dosificaciones en función de la necesidad de cada uno. Si usas los parches tienes que dejar de fumar completamente mientras dure el tratamiento, tampoco podrías usar los chicles o comprimidos a la vez. El tratamiento consta de 3 fases que suelen durar tres meses. La primera o fase inicial es la que te va a ayudar a dejar de fumar. La segunda o la de tratamiento de seguimiento es la que consolida el abandono del tabaco y cuando se empieza la retirada de la nicotina. La tercera es la del tratamiento de retirada, que es la que te ayuda a finalizar el tratamiento. El parche hay que pegarlo por la parte que tiene el medicamento en una zona limpia y seca y que tenga poco bello. Hay que cambiarlo cada 24 horas.

"Cuando comienzas el tratamiento aún continuas fumando, pero tienes que ponerte una fecha para dejarlo completamente que tiene que ser durante las dos primeras semanas de tratamiento".

Por último, hay medicamentos que ayudan en la deshabituación tabáquica. Estos, a diferencia de los anteriores, necesitan prescripción médica. Cuando comienzas el tratamiento aún continuas fumando, pero tienes que ponerte una fecha para dejarlo completamente que tiene que ser durante las dos primeras semanas de tratamiento.

"Los tratamientos para el abandono del tabaquismo tienen un éxito irregular".

Los tratamientos para el abandono del tabaquismo tienen un éxito irregular, que depende en gran medida de la determinación y fuerza de voluntad de quienes los emprenden. Sin embargo, una ayuda profesional personalizada y eficaz prestada por un profesional de la salud cualificado como el farmacéutico puede también ser decisiva.