Parece ayer cuando comenzábamos el año terminando de dar las pruebas de antígenos que regalaba la Comunidad de Madrid, aquellas pruebas que durante las Navidades pasadas no recibíamos y la gente se enfadaba con nosotros. Son las mismas que recibimos como regalo de Reyes justo cuando nadie las quería porque ya habían pasado las fiestas y no se iban a juntar con nadie.

También regulaban el precio de venta al público de las pruebas de antígenos a 2,94 euros, después de unas fiestas navideñas marcadas por los elevados precios de dichas pruebas. Para el cliente era una buena medida, pero para las farmacias no era tan buena, dado que la mayoría tenía muchas pruebas en stock que habían comprado a un precio superior al que el Gobierno marcaba para vender.

"Parece ayer cuando comenzábamos el año terminando de dar las pruebas de antígenos que regalaba la Comunidad de Madrid, aquellas pruebas que durante las Navidades pasadas no recibíamos y la gente se enfadaba con nosotros".

Cuando parecía que la situación empezaba a normalizarse se desató el conflicto en Ucrania, todo el mundo se volcó para ayudar con lo que podía. Desde la farmacia lo vivimos como todo el mundo, enviando vendas, gasas, antisépticos, medicinas y demás. También colaborábamos directamente con nuestros proveedores para enviar todo lo que fuera necesario.

El miedo nuclear

No solo eran los productos que se enviaban. También ante una posible guerra nuclear la población se ponía nerviosa e intentaban comprar pastillas de yodo a toda costa. Mucha gente pensaba que de esa manera estarían protegidos, pero nada más lejos de la realidad.

Por otro lado, cada día cuando realizábamos el pedido empezábamos a notar que la lista de faltas era más grande que la de las cosas que nos enviaban. Esto implica que había muchas medicinas que no estábamos recibiendo en la farmacia. Empezaron siendo cosas sin importancia y que podíamos sustituir sin problema, pero poco a poco la situación ha ido empeorando y hoy en día la frase más habitual que decimos en la farmacia es “esta medicación está en falta”.

Poco a poco la situación ha ido empeorando y hoy en día la frase más habitual que decimos en la farmacia es “esta medicación está en falta”.

La diabetes, desabastecida

Una de estas situaciones de desabastecimiento que más ha sonado, ha sido con una medicación para el tratamiento de la diabetes que hay que inyectarse una vez a la semana. Aparte de recetarla para esa enfermedad, muchos médicos comenzaron a recomendarlo para adelgazar. Ha sido tan alta la demanda que también se ha producido la falta del producto.

Durante este año se ha revocado la obligación de llevar la mascarilla puesta, salvo en centros sanitarios y en el transporte público. Al principio como era verano todo el mundo estaba muy contento, pero con la llegada del frio y de las lluvias, esto se ha traducido en un aumento de los resfriados, gripes y demás enfermedades respiratorias típicas de la época.

"Todo lo que no se ha vendido de antigripales, descongestivos y jarabes para la tos estos años atrás, lo hemos estado vendiendo en 2022".

Todo lo que no se ha vendido de antigripales, descongestivos y jarabes para la tos estos años atrás, lo hemos estado vendiendo en 2022. Las mascarillas serán incómodas, pero por lo visto sí que surtían su efecto.

Con todos estos casos de resfriado que se están produciendo, y dada la similitud que tiene en cuanto a sintomatología, a todo el mundo le surge la misma duda, ¿tendré COVID? Por este motivo han lanzado unos nuevos tipos de pruebas de antígenos que diferencian entre gripe y covid.

Nueva ley para las farmacias

Por otro lado, durante este año se ha hablado mucho de la nueva Ley de Farmacia en la Comunidad de Madrid, aprobada este mes de diciembre por la Asamblea regional.  

Dicha ley tiene algunas novedades, como por ejemplo el refuerzo de los derechos de los usuarios y sus obligaciones, incorporando como novedad un uso consciente del medicamento. Además, se nos reconoce a los farmacéuticos por nuestra contribución en la recogida y destrucción de los medicamentos caducados o que ya no se utilizan. Y entre otras cuestiones se regula la publicidad en las oficinas de farmacia, las nuevas aperturas, y los horarios de atención al público.

La nueva ley también regula la atención farmacéutica domiciliara, pretende cerrar la puerta del reparto de medicamento a domicilio a entidades ajenas a la farmacia. De esta forma se preserva la dispensación como un acto profesional del farmacéutico.

"De cara al año 2023 espero que la situación actual de los desabastecimientos de fármacos se normalice, que recuperemos el suministro de medicación habitual y cesen las faltas".

De cara al año 2023 espero que la situación actual de los desabastecimientos de fármacos se normalice, que recuperemos el suministro de medicación habitual y cesen las faltas. Que no tengamos que ponernos mascarilla porque no sea necesario. Y estaría muy bien que a los farmacéuticos no nos hagan cortar los cupones de cada medicamento que vendemos, que con la tecnología que tenemos a nuestra disposición, me parece que es un método un poco obsoleto.

"De lo que estoy seguro es de que los farmacéuticos seguiremos estando ahí para todos vosotros, intentando ayudaros y resolviendo todas las dudas que tengáis sobre vuestro tratamiento".

Pero estas cosas no están en mi mano, de lo que estoy seguro es de que los farmacéuticos seguiremos estando ahí para todos vosotros, intentando ayudaros y resolviendo todas las dudas que tengáis sobre vuestro tratamiento. Porque como dicen en la publicidad de televisión: “Lea las instrucciones de este medicamento y consulte al farmacéutico”.