Ya estamos en verano y, por tanto, en una de las épocas que más nos preguntan en la farmacia si hay algún milagro que nos haga perder esos kilos de más y así poder lucir tipazo en la playa.

La gran mayoría de las personas buscan algún producto que con solo tomarlo les haga perder unos cuantos kilos en un abrir y cerrar de ojos. Ningún producto de los que se vende en las farmacias es capaz de realizar ningún milagro. Sí que existen artículos que te ayudan a bajar de peso, aunque eso sí, hay que llevar una dieta equilibrada y hacer deporte para conseguir alcanzar nuestro objetivo.

"Ningún producto de los que se vende en las farmacias es capaz de realizar ningún milagro".

Los captagrasas y los quemagrasas

Hay diferentes tipos de opciones, pero lo que más nos demandan son los captagrasas. Estos, como su nombre indica, se encargan de disminuir la absorción de los lípidos  que ingerimo y pueden llegar a eliminar hasta un 30% los lípidos contenidos en los alimentos, lo que puede suponer hasta una reducción energética de 200-300 kilocalorías diarias.

Por otro lado, tenemos los quemagrasas, que aumentan el metabolismo de las grasas. Normalmente se asocian con otros componentes que resultan saciantes y que ayudan a la eliminación de líquidos.

"Otros pacientes nos cuentan que su problema no es una mala alimentación, sino que tienen mucha ansiedad y eso les lleva a pegarse atracones de comida".

Otros pacientes nos cuentan que su problema no es una mala alimentación, sino que tienen mucha ansiedad y eso les lleva a pegarse atracones de comida. En estos casos, en lugar de los productos mencionados hasta ahora, quizá es mejor recomendarles algún otro que reduzca esa ansiedad y así conseguir disminuir esa ingesta desmesurada de comida.

"La gran mayoría pide algún producto de los que hemos hablado y se van, pero como ya he dicho, eso no hace milagros, por eso en muchas farmacias damos un servicio de nutrición".

La gran mayoría pide algún producto de los que hemos hablado y se van, pero como ya he dicho, eso no hace milagros, por eso en muchas farmacias damos un servicio de nutrición. Con ello hacemos un seguimiento personalizado del paciente y le recomendamos una dieta adaptada a su situación, también recomendamos cierto tipo de actividades para complementar con la dieta y de esta manera lograr una bajada de peso adecuada.

Adelgazar con la excusa del azúcar

Últimamente estamos recibiendo muchos pacientes que vienen con recetas  de medicamentos de tipo antihiperglucemiantes, es decir, para personas que tienen el azúcar alto. Pero en realidad, hay médicos que lo están recetando para adelgazar, porque estos medicamentos en combinación con una dieta baja en grasas te ayudan en la pérdida de peso. Nos han llegado a contactar por redes sociales para ver si podíamos vender este tipo de medicación, pero no hay que olvidar que al ser un medicamento es necesaria una prescripción médica para poder dispensarlo.

"Últimamente estamos recibiendo muchos pacientes que vienen con recetas  de medicamentos de tipo antihiperglucemiantes, es decir, para personas que tienen el azúcar alto".

No es el único medicamento que nos han pedido para perder eso, más de paciente nos ha dicho que se tomaban diuréticos cuando querían perder un par de kilos. La función de los diuréticos es la de eliminar líquidos, por supuesto si lo tomas y te pesas va a poner que has perdido peso, pero a los dos días los has vuelto a coger. La ingesta de estos medicamentos es muy peligrosa porque pueden dañar los riñones, por eso no hay que tomarlos para este tipo de cosas. Al igual que los anteriores, también necesita prescripción médica.

"Más de paciente nos ha dicho que se tomaban diuréticos cuando querían perder un par de kilos".

Aunque las consultas sobre nutrición más frecuentes suelen ser sobre la pérdida de peso, no son las únicas consultas que nos hacen. No hay que olvidar que a la farmacia vamos a por medicinas, muchas de ellas son para tratar problemas como el colesterol elevado, el azúcar (tanto alto como bajo), la hipertensión… Muchas de estas patologías no solo hay que tratarlas con la medicación, sino que hay que complementarlas junto con una dieta específica según la patología que tenga el paciente.

Las grasas saturadas y el alcohol

Una dieta inadecuada es un factor determinante en el desarrollo de la hipercolesterolemia, y son muchas las personas que incluyen en su alimentación gran cantidad de grasas saturadas y alcohol. Para mantener a raya el colesterol, tenemos que basar nuestra dieta en frutas y verduras, hortalizas, cereales integrales, legumbres, pescado azul, frutos secos y aceite de oliva virgen. Estos alimentos nos aportan nutrientes que nos ayudan a reducir niveles de colesterol en sangre y a elevar los niveles de colesterol HDL, que es el que llamamos “colesterol bueno”.

Si hablamos de los diabéticos, independientemente de si padeces diabetes tipo I o tipo II, uno de los cuatro pilares fundamentales para el tratamiento de dicha patología es la dieta, y a la vez, es uno de los aspectos más descuidado por las persona diabéticas. Muchas de ellas presentan obesidad, y se ha demostrado que una reducción del peso ayuda a mejorar el control de los niveles de glucemia. Hay que realizar cinco comidas diarias para distribuir los hidratos de carbono a lo largo del día. Es importante respetar los intervalos entre comidas y no saltarse ninguna de ellas.

"Se ha demostrado que una reducción del peso ayuda a mejorar el control de los niveles de glucemia".

En cuanto a la dieta, no difiere mucho de la de una persona saludable: hay que reducir tanto el consumo de azúcares como el de grasas y consumir abundantes verduras y hortalizas. Además, es necesario que el consumo de alcohol sea moderado. A su vez, se ha comprobado que la fibra ayuda en el control de la glucemia al evitar una subida brusca de glucosa después de las comidas.

La glucosa que sube y baja

Dentro de la diabetes no solo se producen picos de hiperglucemia, sino que también puede producirse todo lo contrario y que bajen mucho los niveles de glucosa en sangre, denominándose entonces hipoglucemia. Los síntomas suelen ser sudores, palidez, dolor de cabeza, hambre y fatiga. Son muchas las veces que estos pacientes entran a la farmacia con estos síntomas comentado que se deben a que les ha bajado la tensión, cuando en realidad es un bajón de azúcar. Este problema se solventa con algo tan sencillo como administrar rápidamente glucosa, ya sea en forma de azúcar, miel o algún refresco azucarado. Posteriormente, hay que ingerir algún alimento con azúcar más complejo como es una rebanada de pan.

La sal y las subidas de tensión

En cuanto a las personas hipertensas, se ha demostrado que reducir los niveles de sodio de la dieta disminuye la presión arterial. Esto se consigue reduciendo los niveles de sal de la dieta. La ingesta de sal es necesaria en nuestra dieta, pero un exceso de la misma produce retención de líquidos y consecuentemente un aumento de la presión arterial. El mejor consejo es sustituir la sal por especias  y hierbas para hacer los platos más sabrosos. La dieta no difiere mucho de las anteriores, reducir el consumo de alcohol y de sustancias excitantes, como la cafeína, pueden subir la presión arterial.

"El mundo de la nutrición es muy amplio, por eso en las farmacias tenemos que estar formados".

Como hemos visto, el mundo de la nutrición es muy amplio, por eso en las farmacias tenemos que estar formados para poder ayudar a nuestros pacientes a mantener a raya las patologías que nos acompañan día a día.