Un día como hoy 30 de enero de hace tres años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) catalogó la COVID-19 como una Emergencia de Salud Pública de Preocupación Internacional (Pheic, por sus siglas en inglés). En la actualidad, y tras la catorceava reunión del Comité de Emergencia sobre la pandemia de COVID-19, realizada el pasado viernes 27 de enero, este organismo ha comunicado que se están produciendo casi 40.000 muertes semanales por COVID-19 en todo el mundo, y que más de la mitad de ellas proceden de China.

A lo largo de esta reunión, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, comparó la situación del momento actual con la de hace un año cuando la oleada de ómicron estaba en su momento álgido y se notificaban más de 70.000 muertes por semana. Y en este sentido manifestó que ahora estamos “mucho mejor”. De hecho, cuando los expertos se reunieron por última vez en octubre, el número de defunciones semanales notificadas era casi el más bajo desde que empezó la pandemia: menos de 10.000 por semana.

Un día como hoy 30 de enero de hace tres años, la OMS catalogó la COVID-19 como una  Emergencia de Salud Pública de Preocupación Internacional.

"Sin embargo, desde principios de diciembre, el número de muertes semanales notificadas en todo el mundo ha ido en aumento. Además, el levantamiento de las restricciones en China ha provocado un aumento de las muertes en la nación más poblada del mundo", añadió el portavoz de la OMS. Además, en las últimas ocho semanas se han notificado "más de 170 mil muertes", aunque "la cifra real es sin duda mucho mayor".

Balance de tres años

Durante el encuentro, el director general del organismo, hizo una recopilación de lo sucedido en los tres años últimos: "Las vacunas, los tratamientos y las pruebas diagnósticas han sido fundamentales para prevenir enfermedades graves, salvar vidas y aliviar la presión sobre los sistemas y el personal sanitarios".

Aun así, manifestó que la respuesta mundial contra el virus es todavía deficiente: “En numerosos países estas poderosas herramientas que salvan vidas siguen sin llegar a las poblaciones que más las necesitan, especialmente las personas mayores y el personal sanitario".

"Las vacunas, los tratamientos y las pruebas diagnósticas han sido fundamentales para prevenir enfermedades graves, salvar vidas y aliviar la presión sobre los sistemas y el personal sanitarios".

"Muchos sistemas sanitarios de todo el mundo están luchando para hacer frente a la COVID-19, además de atender a pacientes con otras enfermedades como la gripe y el Virus sincicial respiratorio (VSR), y con escasez de trabajo y trabajadores sanitarios fatigados", indicó.

De igual modo, volvió a lanzar el mensaje de que “la vigilancia y la secuenciación genética han disminuido drásticamente en todo el mundo, lo que dificulta el seguimiento de las variantes conocidas y la detección de otras nuevas. La confianza pública en las herramientas seguras y eficaces para controlar la COVID-19 se está viendo socavada por un torrente continuo de información errónea y desinformación".

Por último, indicar que se esperaba que en este encuentro se iba a determinar si la COVID-19 iba a dejar de ser una Pheic, pero finalmente y en el momento de la realización de este artículo todavía no se ha comunicado nada al respecto. Se espera que a lo largo de la semana se pronuncien sobre esta condición.

Situación en España

La incidencia de la COVID-19 en mayores de 60 años se sitúa en 67,58 en los últimos 14 días por 100.000 habitantes. Este dato supone una bajada de 30 puntos en comparación con los 97,64 casos notificados la pasada semana, según el informe del Ministerio de Sanidad del pasado viernes 27 de enero.

La incidencia de la COVID-19 en España en mayores de 60 años se sitúa en 67,58 en los últimos 14 días por 100.000 habitantes.

Las comunidades autónomas han notificado al Ministerio de Sanidad un total de 8.801 nuevos casos de Covid-19, de los que 5.277 se han producido en mayores de 60 años (frente a los 7.084 de la pasada semana). En las pasadas dos semanas se ha registrado un total de 3.205 positivos en este grupo de edad. La cifra total de contagios en España es de 13.731.478 desde el inicio de la pandemia, tal y como reflejan las estadísticas oficiales.

En el último documento de Sanidad se han añadido 251 nuevos fallecimientos. Hasta 118.434 personas con prueba diagnóstica positiva han fallecido desde que el virus llegó a España, de acuerdo con los datos recogidos por el Ministerio. En la última semana han fallecido 109 personas con positivo confirmado en España.

La tasa de ocupación de camas ocupadas por coronavirus se sitúa en el 1,87 por ciento.

Actualmente, hay 2.341 pacientes ingresados y positivos en COVID-19 en toda España (2.914 el pasado viernes), y 177 en UCI (220 el 20 de enero). La tasa de ocupación de camas ocupadas por coronavirus se sitúa en el 1,87 por ciento (2,32% hace una semana) y en las UCI en el 2,01 por ciento (2,50%, el anterior viernes).

Mascarillas en transporte público

Del mismo modo, cabe recordar que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunció el jueves de la semana pasada, que el próximo 7 de febrero, el Consejo de Ministros aprobará la retirada de la obligatoriedad de las mascarillas en el transporte público. No obstante, esta se mantendrá en los centros sanitarios, los servicios sanitarios, los establecimientos sanitarios (como farmacias) y los centros sociosanitarios para los visitantes y los trabajadores, dado que así lo han recomendado los expertos consultados por el ministerio.

Una encuesta realizada por Ipsos, a través de su plataforma Ipsos Digital, tras difundirse esta información relativa al uso de las mascarillas en el transporte público, refleja que el 71% de los consultados está de acuerdo con el fin del uso de las mascarillas en estos espacios. Además, más de la mitad de los que están a favor de esta medida, usan el transporte público de media entre tres y cuatro veces por semana, y un 23% lo hace a diario. 

El 71% de los consultados está de acuerdo con el fin del uso de las mascarillas en los transportes públicos.

Por otro lado, cabe mencionar que gran parte de la población encuestada (76%) sigue apoyando el uso de la mascarilla en los espacios médicos y residencias. Esto es así porque las consideran como zonas donde se debe extremar el cuidado de los demás, y, especialmente, de las personas mayores.