Según un informe elaborado por Esade y Antares Consulting, España deberá doblar su gasto sanitario en los próximos diez años para cubrir las necesidades del Sistema Nacional de Salud (SNS). De esta forma para el año 2025 debería incrementar dicho gasto entre 32.000 y 48.000 millones de euros. Según estas previsiones el gasto público en 2025 podría situarse entre los 97.000 y 113.000 millones de euros anuales en comparación con los 64.833 millones de euros que supuso previsiblemente el gasto sanitario en 2015.

La diferencia de 16.000 millones entre los 97.000 y los 113.000 millones de euros es el resultado de una estimación lineal o gestionada del gasto sanitario público. Por tanto la diferencia del gasto entre ambos es "el coste de no actuar, es decir, las necesidades de financiación del gasto público sanitario como consecuencia de no haber tomado suficientes medidas para gestionar el crecimiento del gasto sanitario de aquí al año 2025". Este análisis muestra que a medida que los países se desarrollan su gasto en salud crece, pero lo hace a un ritmo superior al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), en concreto dos puntos por encima. Esto suscita el debate sobre si el sistema sanitario es sostenible.

"Este debate, pese a ser importante y necesario, se ha realizado a menudo obviando los beneficios que el sistema sanitario aporta".

Para Manel Peiró, director del Institute for Healthcare Management de Esade y coautor del informe, "este debate, pese a ser importante y necesario, se ha realizado a menudo obviando los beneficios que el sistema sanitario aporta". En la misma línea, Joan Barrubés, director de Antares Consulting y coautor del informe, señalaba que este debate sobre la sostenibilidad del sistema sanitario requiere una visión más global, abarcando diferentes aspectos como las prioridades del gasto público y el nivel de riqueza común que la sociedad está dispuesta a dedicar a este ámbito. También una política fiscal eficaz, que permita recaudar los recursos necesarios para financiar el conjunto del gasto público y sanitario.

También han puesto de manifiesto el tema de la desigualdad en el sector sanitario, ya que existen importantes aspectos de mejora en España a pesar de la universalización según los autores. De la misma forma han reclamado un debate más profundo sobre la cobertura del sistema sanitario, que debería centrarse más en la rentabilidad de las prestaciones incluidas en la cartera de servicios que en la población cubierta, o el desarrollo de mejorar la gestión del coste de los procesos de asistencia sanitaria. Según afirman los autores este debate se ha visto perjudicado por la crisis económica, que ha provocado que el gasto sanitario en España en 2014 se situase en niveles de 2007.

Este debate se ha visto perjudicado por la crisis económica, que ha provocado que el gasto sanitario en España en 2014 se situase en niveles de 2007.

Los capítulos que más se han reducido son los salarios de los profesionales, con una reducción del gasto salarial de más del 10% en 2009; las inversiones, ya que el 28% de los equipos tecnológicos de los hospitales tienen más de diez años; y los precios de los fármacos, debido a que los gastos en farmacias se han reducido un 22%. Además entre 2009 y 2013 se produjo una disminución de 8.900 millones de euros en España en el gasto público, lo que tuvo un impacto directo en el gasto sanitario que generó un mayor riesgo de desigualdad en la salud.